Historia de España,  Materiales de estudio

Paleolítico y Neolítico

El Paleolítico y Neolítico fueron las dos primeras etapas de la prehistoria, la primera se caracterizó por una economía depredadora, mientras en la segunda se desarrollaron la ganadería y la agricultura

El paleolítico

El Paleolítico, se extendió desde la aparición de los primeros restos humanos hasta el desarrollo de la ganadería y la agricultura, lo que en la península ibérica sucedió allá por el 5.000 a.C.

Paleolítico significa piedra vieja, nomenclatura que hace referencia a su industria lítica tallada pero la característica principal del Paleolítico fue la economía o forma de vida depredadora de los humanos. Vivían de la caza o la carroña, la pesca, el marisqueo o la recolección de fruta.

La forma de vida marcó su organización social. La búsqueda de los recursos obligaba al nomadismo, los humanos debían desplazarse cuando se agotan en un territorio. Los asentamientos temporales se construirían con ramas y pieles, sin construcciones más duraderas.

La organización social se basaba en una difusa división del trabajo y la imposibilidad acumular riqueza hacía poco probable la jerarquización permanente de la sociedad.

Respecto a las creencias, sabemos con certeza que realizaban rituales de enterramiento. Estas prácticas nos llevan a pensar en algún tipo de reflexión sobre la muerte. Es probable que en el campo religiosos tuvieran unas creencias de tipo animista, es decir que atribuirían a los seres animados, a los objetos inanimados y a los elementos naturales una alma o principio viral en el que se podría influir mediante rituales mágicos.

Recreación del CAREX de Atapuerca. (Foto: lahistoriayotroscuentos.es)

El neolítico

La segunda fase de la prehistoria, el Neolítico, se inició en la península ibérica hacia el 5.000 a.C. El nombre significa “piedra nueva” haciendo referencia la cambio en la cultura material. La piedra tallada deja paso a herramientas de piedra pulimentada. Pero el cambio más importante fue la domesticación de animales y plantas.

Se debate sobre si la revolución neolítica en la península se debe a procesos de evolución autóctona o la aculturación procedente de oriente medio, donde se iniciaron tanto la agricultura como la ganadería.

Desde el punto de vista económico, el neolítico supuso el cambio de unas formas de vida depredadoras a una productoras. Con el desarrollo de la ganadería y la agricultura. Los perros, hace 14.000 años, las cabras, las ovejas y las vacas, hace unos 9000 años, fueron los primeros animales domesticados. Más tardío fue la domesticación de los vegetales, la agricultura, siendo el centeno, la lenteja o el trigo, hace entre 9.000 y 7.000 años las primeras especies cultivadas.

Los más probable es que el proceso de domesticación comenzará con una selección artificial o consciente que favoreciera a determinados individuos; cuidando a las ovejas con más lana o las cabras que daban más leche o más mansas, y comiéndose a las otras. Lo mismo con los vegetales, aquellos que servían de alimento se favorecían eliminando otras plantas que molestaran en su crecimiento.

Recración del CAREX de Atapuerca (Foto: lahistoriayotroscuentos.es)

Las nuevas formas de vida obligaron a un cambio en el utillaje. Con herramientas necesarias para el trabajo de los campos o para moler el grano, como los molinos. Durante el neolítico se generalizó el uso de la cerámica y la cestería. Con diferentes tipos de recipientes para la conservación y el almacenaje de los productos. Las técnicas de cerámica fueron varias pero el torno de alfarero no se utilizó hasta la llegada de los fenicios. Para la fabricación te tejidos se comenzó a utilizar el huso y telar.

El desarrollo de la agricultura provocó otro cambio esencial en las formas de vida. El ser humano abandona el nomadismo y se hace sedentario. La diversidad de funciones y la especialización aumenta. La posibilidad de acumular riqueza aumenta la jerarquización social, como se puede observar en los ajuares funerarios.

La creencias también evolucionan hacia cultos relacionados con la fertilidad y los ciclos agrarios.

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