Escultura del Renacimiento
Antecedentes y características de la escultura del Renacimiento
La escultura fue la disciplina artística que antes volvió la vista a los modelos clásicos. Ya durante el gótico aparecieron obras que recuperaban los cánones de belleza clásicos, el naturalismo y las técnicas antiguas, como en el trabajo de los pliegues de los ropajes y la vuelta del contrapoosto, rompiendo con los modelos más expresionistas y anti-naturalistas de la alta Edad Media.
Antecedentes de la escultura renacentista
Esta mirada a la estatuaria clásica fue más constante en Italia, donde la tradición clásica nunca desaparecieron del todo.
Dentro de Italia, fueron las ciudades de Pisa y Siena donde podemos rastrear de forma más clara los antecedentes de la escultura renacentista. Allí trabajaron durante los siglos XIII y XIV, el Treccento, la saga de los Pisano: Nicola (1215-1284), Giovanni (1250-1314) y Andrea (1290-1348). Como curiosidad señalar que el primero de ellos firmaba como Pisano, pero en realidad era de Puglia (Apulia), al sur de Italia.
En el púlpito que esculpió Nicola Pisano para el Baptisterio de Pisa, terminado en 1260, muestra claras influencias de la escultura clásica, en concreto de los sarcófagos romanos, que según nos cuenta Vasari, había estudiado en profundidad durante su formación como artista. Se trata de un púlpito hexagonal con escenas de la vida de Cristo. El panel dedicado al Nacimiento de Jesús, ejemplifica la influencia del relieve funerario romano y de las formas clásicas.
Ya en el Trecento trabajó Andrea Pisano, nieto de Nicola, obra suya fueron los paneles de bronce para la puerta sur de Baptisterio de San Juan de Florencia, realizados entre 1329 y 1336 (aunque originariamente fueron instaladas en la puerta este, sustituidos luego por las realizadas por Ghiberti). Nicola adornó la puerta con 20 escenas de la vida del Bautista y alegorías de las 8 virtudes teologales. Destaca el trabajo de la figura humana y el uso de los fondos, tanto paisajísticos como arquitectónicos, que atisban las investigaciones del espacio de Ghiberti.
Características de la escultura renacentista
Dejamos ahora los antecedentes para señalar las características definitorias de la escultura renacentista y los cambios que supuso con respecto a la plástica medieval:
Elementos técnicos
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La recuperación de las formas clásicas, vuelve el canon clásico de las nueve cabezas, el contraposto y la curva praxiteliana, elementos que ya se habían explorado durante el Tecento.
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La escultura se libera del marco arquitectónico que tanto le condicionó durante toda la Edad Media.
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La preocupación por la profundidad, uno de los grandes logros del arte renacentista. Los relieves de Ghiberti logran la profundidad mediante el degradado del relieve, los fondos arquitectónicos y los paisajes. Un búsqueda que puede enmarcarse en la experimentación que estaban realizando pintores como Masaccio (1401-28) o arquitectos como Brunelleschi.
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El gran interés por la figura humana, que vemos en la obra de Donatello. Este interés enlaza con el movimiento filosófico del Humanismo florentino, el cuerpo humano se considera la representación perfecta de la belleza y la armonía perfecta entre sus partes. Durante el Renacimiento la representación del ser humano conquistó la expresividad y naturalismo, profundizando en el estudio de la anatomía, a través del desnudo. Un camino abierto por Donatello el siglo XV y culminado por Miguel Ángel en el siglo XVI.
Temática
Respecto a la temática, la religión seguirá siendo predominante, la recuperación de la tradición clásica no supuso la ruptura con el cristianismo, al contrario, generó un fructífero sincretismo entre ambas tradiciones. Por otro lado no debemos olvidar que la Iglesia seguía siendo uno de los grandes clientes del arte y algunos papas fueron grandes mecenas.
Junto a los temas religiosos, otros se abrieron camino en la plástica moderna, como los retratos y autorretratos, muestra de la nueva concepción de individuo, y se recuperó el retrato ecuestre como representación del poder. Vuelven a tratarse temas de la mitología clásica, no en vano el Renacimiento recuperaba los valores clásicos.
Destaca la recuperación del desnudo, asociado ahora a valores positivos como la pureza y la perfección, frente a las connotaciones pecaminosas de la época medieval. El desnudo implica el estudio de la anatomía por parte de los escultores, pues el cuerpo no puede ocultarse tras los ropajes, se entiende además como la plasmación de la perfección.
Soportes
Junto a las obras de bulto redondo, destacaron los relieves decorativos de las iglesias. Utilizaron distintos soportes: fachadas, puertas, las cantorias o coros de las iglesias, pedestales…
Los sepulcros y las tumbas también reclamaron el trabajo de los escultores. Las tumbas de los Médici en la Sacristía Nueva de San Lorenzo crearon un modelo que tuvo su continuidad en el Manierismo y el Barroco.
Materiales
Durante el Renacimiento los escultores trabajaron todo tipo de materiales, como la madera (muy empleada fuera de Italia para la imaginería), el yeso o la terracota; pero los materiales estrella fueron el bronce y el mármol, donde lograron sus obras más impresionantes, destacando las esculturas de Miguel Ángel en mármol de Carrara. Por su parte Luca della Robbia creó escuela con el uso de la terracota vidriada y policromada.
Evolución
La evolución de la escultura durante el Renacimiento, especialmente en el siglo XVI le llevó a profundizar en el naturalismo, el humanismo, la proporcionalidad y la expresividad, pero añadió el gusto por lo monumental, especialmente en Roma, al abrigo de la construcción de San Pedro, donde todo debía ser grandioso. El uso de líneas curvas (serpentinata) aumento el dinamismo, mientras Con Miguel Ángel las figuras cobrarán más fuerza no sólo física, sino también psicológica: la terribilità. Las esculturas se convirtiero en titanes retorcidos en un escorzo angustiado que enlaza con el manierismo.
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