Historia del Arte,  Materiales de estudio

El mundo renacentista: el Humanismo

El arte del Renacimiento se desarrolló en Italia durante los siglos XV (el Quattrocento) y el XVI (Cinquecento); y se expandió por el resto de Europa y América .

Situación política y económica

Durante el periodo renacentista Italia estaba muy fragmentada políticamente. Era un mosaico de ciudades Estado, pequeños principados y repúblicas donde se profesaba el amor por la cultura, el arte y el lujo; pero también por la conspiración y el poder. La rivalidad política entre las familias gobernantes (banqueros, aristócratas, mercaderes…) tuvo su reflejo en la cultura; todas querían atraer a los mejores artistas y sabios para aumentar su prestigio, lo que generó un ambiente propicio para los primeros artistas del Renacimiento.

Durante el siglo XV la ciudad de Florencia1 ostentó la capitalidad del arte gracias a los Médicis, pero la esto cambió en el siglo XVI. Lorenzo el Magnífico, príncipe de Florencia y principal mecenas de las artes murió en 1492 y el protagonismo pasó a Roma, donde los papas Julio II2 (1503-1513) y León X3 (1513-1521) tomaron el relevo como principales valedores de la nueva sensibilidad y atrajeron a los mejores artistas.

Fuera de Italia los reyes lograron afianzar su poder frente a la nobleza durante los siglos XV y XVI. La política fue polarizada por el enfrentamiento entre Francisco I de Francia y el Emperador Carlos V. Su lucha por la hegemonía se disputó en toda Europa pero especialmente en Italia. Fue el apoyo del Papa Clemente VII a Francisco I lo que precipitó el brusco y triste final del Renacimiento clásico en 1527, con il sacco di Roma por parte de las tropas de Carlos V. El papado entró en decadencia y los artistas se dispersaron.

El hombre de Vitrubio

El Renacimiento se expandió por toda Europa con la salida de estos artistas pero también gracias a los vagi (artistas viajeros) que recorrieron Italia para aprender de los maestros. Las escuelas más destacadas fueron la alemana, la francesa y la española.

Desde mediados del siglo XVI los artistas cayeron en imitación exagerada de Leonardo, Rafael y Miguel Ángel. Esta copia de la maniera personal de los grandes maestros, correcta técnicamente, pero vacía de contenido se ha llamado Manierismo. La evolución de este estilo llevó a la realización de obras sinuosas, alargadas o cuadradas; composiciones confusas por el frenesí, el uso de la luz nocturna y los colores tornasolados. La impresión general de estas obras es de tensión y ruptura de las reglas del arte clásico.

La economía Europea vivió una gran desarrollo durante estos siglos gracias al crecimiento de la producción manufacturera y el comercio, especialmente en Alemania. La expansión de Portugal y España por África y América provocó la llegada al Europa de grandes cantidades de oro y plata, pero también de otros productos antes desconocidos. El aumento de la riqueza benefició al arte, personajes poderosos quisieron aumentar su nivel cultural y la riqueza de sus residencias.

La Reforma protestante

La ruptura de la unidad religiosa en el occidente Europeo fue otro de los hechos destacados del Renacimiento. Las 95 tesis de Martín Lutero abrieron el camino de la Reforma Protestante. Las disputas entre el Papa y Enrique VIII provocaron el cisma de la Iglesia Anglicana. La reacción Católica vino de la mano del Concilio de Trento (1541-1563) auspiciado por Carlos V y el papa Pablo III, donde su pusieron las bases de la reforma católica o Contrarreforma.

Martín Lutero

El humanismo

Durante el Renacimiento los filósofos y artistas quisieron recuperar los valores espirituales, filosóficos y formales del mundo greco-latino, que según ellos habían permanecido sepultados durante la Edad Media, pero sin perder la fe cristiana.

Desde Italia se consideraba la antigüedad como una época dorada para el arte y la cultura, especialmente el Imperio Romano momento de gloria para Italia. El Renacimiento suponía una recuperación de esos valores que habían destruido los pueblos godos llegados desde el norte, dando origen a una época oscura: la Edad Media. Partiendo de esta idea no debe extrañarnos el desprecio hacia el arte gótico de artistas como Vasari. El desprecio por el arte medieval era doblemente injusto porque olvidaba los importantes avances del arte (pintura y escultura) que continuaron en el Renacimiento y, por otro lado, suponía un error cronológico pues el arte gótico fue cuatro siglo posterior a la caída de Roma4.

Una nueva corriente filosófica surgida en Florencia: el humanismo, recuperó el estudio de las humanidades. Otorgaba prioridad absoluta al ser humano, volviendo al antropocentrismo5 perdido de la Gracia clásica. El objetivo de esta nueva filosofía era perfeccionar la naturaleza humana y preparan al individuo para la vida política, aportándole virtudes cívicas, patriotismo y argumentos para luchar contra la tiranía.

Las principales características del humanismo son:

  • Antropocentrismo: ensalza al ser humano dotado de razón y libertad. El ser humano recupera su puesto en el centro del Universo perdido desde la antigüedad.

  • Recuperación de la cultura grecolatina: especialmente el estudio de la lengua y los autores clásicos como Aristóteles y Platón. De la mano de los textos griegos y latinos se discutieron las bases filosóficas del pensamiento.

  • Desarrolla un pensamiento crítico: de la mano de las universidad y las academias, escapó del férreo control ideológico que la Iglesia había ejercido durante la Edad Media. Incluso puso en duda viejos dogmas religiosos.

  • Surgimiento del espíritu científico: un conocimiento basado en la observación y la experimentación.

  • Confianza en el progreso técnico.

  • Utilización de las lenguas vernáculas: como vehículos para la trasmisión cultural frente a la primacía del latín en la época medieval, incluso la Biblia se tradujo a las leguas modernas.

  • Descubrimientos geográficos: gracias a la brújula, los portularios y los nuevos navíos que agrandó el mundo conocido por los Europeos.

Desde las ciudades italianas el Humanismo y el Renacimiento se expandió por toda Europa, gracias a tres elementos:

  • La imprenta: aumento la tirada de los libros y el número de lectores al reducirse el coste de las copias.

  • Las academias: fueron las grandes impulsoras del pensamiento humanista. Se centraron en los estudios de la lengua, la literatura y la filosofía clásica. Eruditos protegidos económicamente por mecenas tradujeron el saber antiguo y lo difundieron.

  • Las universidades: forman y transmiten los nuevos conocimientos.

La influencia del humanismo en el arte fue notable, especialmente por la recuperación de la dimensión humana. Las grandes catedrales góticas fueron creadas como ofrenda a Dios y sus proporciones guardaban relación con ese propósito; pero el hombre renacentista exigía unas nuevas construcciones ideadas a su propia medida, equilibrando altura y planta, potenciando el plano horizontal sobre el vertical. Las proporciones y la geometría se simplificó. La reducción de la altura hizo innecesarios los grandes cálculos de ingeniería góticos, propiciando la vuelta el arco de medio punto, y todo el repertorio de formas clásicas, equilibrando estatismo y dinamismo.

La imprenta de Gutemberg

Una nueva sociedad

La burguesía mercantil y artesana continuó con su desarrollo económico y empieza a dejar sentir sus gustos e intereses. Especialmente en las ciudades italianas donde la burguesía mercantil y financiera ostentaba el poder y forjó una red de relaciones comerciales entre Europa y Oriente.

La nueva visión de la relación con Dios no supuso la perdida de la religión cristiana y las obras de temática religiosa, sino que exigió un cambio en los lenguajes plásticos pues el estilo gótico ya no respondía a las nuevas sensibilidades.

Los cambios sociales y filosóficos tuvieron su reflejo en la concepción del individuo. Se reforzó el individualismo, que desde el Renacimiento se fue un elemento distintivo de la cultura occidental en su conjunto.

Dos personajes reflejaron, mejor que ningún otro, ese cambio en la visión de ser humano durante el renacimiento: el humanista y el artista.

  • El humanista era una persona culta, conocedora de la antigüedad, capaz de leer en griego y latín; entendido en los avances tecnológicos y en el conocimiento geográfico y cosmológico. Poeta y dilettante. Fueron personajes reclamados en las cortes italianas. Sus discusiones sobre cualquier tema incluían el arte y la cultura. Analizan las obras, discutían sobre la idea de belleza y sobre el objeto bello. Surgió con ellos la crítica del arte y una estrecha relación entre el humanista y el artista (a menudo la misma persona)

  • La fuerte personalidad de los nuevos artistas, conscientes de su genio, y la competencia entre las diversas cortes italiana por hacerse con los mejores artistas, rompió con la visión gremial y artesanal del artista, y con el anonimato. Los artistas comienzan a codearse con la Corte de la mano de los humanistas. Los príncipes que actúan como mecenas les aceptan en sus reuniones. Fama y fuerte personalidad. La historia del arte comenzará a centrarse más en los artistas que en los estilos.

    Botticelli, Atenea y el Centauro.

Características generales del arte

Hemos visto que el Humanismo supuso una recuperación ideológica del mundo clásico; y cómo los artista (humanistas o influidos por ellos) tomaron como modelo perfecto a imitar el arte de la Antigüedad Clásica: Grecia y Roma.

Las ruinas, los relieves y las esculturas clásicas fueron estudiadas con devoción por los artistas. Los Diez libros de arquitectura de Vitrubio, recuperados durante el Renacimiento, fue el manual de cabecera para los arquitectos. El camino de la teoría del arte también lo tomaron otros artistas como Alberti (De pictura, De statua, De re aedificatoria) donde reflexionan sobre la estética y la técnica del nuevo estilo.

Hubo grandes cambios visuales y formales con respecto al arte medieval. Destaca la aplicación sistemas de representación de la perspectiva en las artes plásticas6. Los arquitectos utilizaron los módulos para articular las construcciones, que se concebían en relación la perspectiva humana (antropocentrismo: el hombre como centro y medida de todas las cosas).

Uno de los cambios más notables fue el de la propia consideración del artista, que dejó de ser considerado un artesano anónimo. El artista renacentista debía ser polifacético: humanista, intelectual, cortesano, incluso atleta. Apoyado y protegido por los mecenas, que se servía del arte para sus propios fines políticos, económicos o sociales.

1Sin olvidar la importancia de otras ciudades como Venecia, Ferrara, Padua o la propia Roma.

2Giuliano della Rovere eligió el nombre Julio (II) al ser nombrado Papa. Era el nombre del primero de los Césares y potenció las excavaciones arqueológicas. El Laocoonte fue descubierto en 1506 causando un gran impacto en los artistas del momento, empujados a buscar lo que se llamó la perfetta maniera.

3León X, siguiendo los frescos descubiertos en la Domus Áurea de Nerón, recuperó la decoración de grutescos.

4Ya hablamos de la apreciación de Vasari sobre el gótico en el tema dedicado a dicho periodo.

5Frente al teocentrismo predominante en el pensamiento medieval.

6Siguiendo el camino abierto por Giotto.

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