
Diario de aprendizaje III: enseñanza orientada a la acción
La Enseñanza orientada a la acción es un postulado educativo orientado a los «productos de la acción». Alumnos y profesor acuerdan cómo se desarrollará el proceso educativo y los resultados que se esperan obtener. Los modelos que beben de esta idea son varios pero están conectados entre sí y pueden ser complementados con un enfoque FC. No voy a detenerme en todos ellos, pero sí quiero comentar los que me resultan más interesantes en los niveles con los que trabajo (ESO y Bachillerato).
- Aprendizaje Basado en Proyectos: es un modelo que se está implantando cada vez más en los niveles de infantil y primaria. Busca una aplicación práctica de los contenidos y en la obtención de un resultado (artefacto) que recoja el trabajo realizado en el aula y en casa. Facilita el aprendizaje significativo y los modelos de trabajo cooperativo, así como un enfoque holista de la enseñanza, integrando varia áreas. Es muy práctico en los niveles iniciales del proceso educativo, ya que por lo general los maestros pasan la mayor parte del tiempo con los alumnos, pudiendo organizar los tiempo y los contenidos de forma óptima. En la enseñanza secundaria es más complicado por la mayor división en áreas y la amplitud de los temarios que impiden la coordinación entre departamentos. Yo suelo utilizarlo como elemento complementario y refuerzo de los aprendizajes, pero no lo veo aún como metodología principal para secundaria. Es un aprendizaje que se complementa perfectamente con el FC, de hecho es por esa línea por la que quiero trabajar en el futuro, liberando tiempo de clase para trabajar proyectos, ya que por las características de mi alumnado veo difícil colaboración fuera del aula para la realización de activida
des.
- Aprendizaje Basado en Problemas: es un modelo que desconocía por completo y por el que estoy empezando a interesarme, pues ofrece grandes posibilidades. Al igual que en el resto de modelos orientados a la acción fijamos el peso del proceso en el estudiante, pues es éste el que identifica sus necesidades educativas y desde ellas se genera el contenido. Al igual que otros modelos incide mucho en el reconocimiento de los saberes y habilidades de previas de los alumnos para completar los problemas o «lagunas» que se presentan. La obtención de información por parte del alumno beneficia el trabajo colaborativo y la presentación de los resultados a la elaboración de contenidos coherentes y significativos generados por los propios alumnos.

