Historia del Arte,  Materiales de estudio

Análisis de la Cúpula de la Basílica de San Pedro del Vaticano (Roma)

Análisis y comentario de la cúpula de la Catedral o Basílica de San Pedro del Vaticano, construida en Roma por Miguel Ángel en el Renacimiento

Identificación

La cúpula de la Catedral de San Pedro del Vaticano en Roma fue proyectada por Miguel Ángel Buonarroti (1475-1564); siendo construida entre los años 1546 y 1612 por el propio Miguel Ángel y, tras su muerte, por Giacomo della Porta (1532-1602) y Domenico Fontana (1543-1607). Para esta estructura arquitectónica utilizaron piedra y travertino, entre otros elementos de obra. La cúpula es de estilo renacentista, concretamente del Cinquecento, siglo XVI. La función del edificio es religiosa, aunque también tiene un fuerte componente propagandístico del poder de Roma y los papas que la gobernaron durante el Renacimiento y la erigieron como centro del mundo católico.

Versión PDF: Cúpula de la Basílica del Vaticano

Análisis

La basílica de San Pedro

El Papa Julio II (1443-1513) mandó reemplazar la antigua basílica constantiniana de Roma, de estilo paleocristiano y que se emplazaba en el lugar que ocupó el Circo de Nerón,por una nueva construcción acorde a los gustos del Renacimiento y que fuera el referente religioso, político y artístico de la cristiandad.

La actual basílica de San Pedro del Vaticano sustituye a la anterior edificación paleocristiana que se alzaba en el espacio antes ocupado por el Circo de Nerón.

El encargo de la nueva Catedral recayó en el arquitecto y pintor Bramante (1443-1514) quien realizó el primer proyecto y la cimentación. El proyecto original partía de una planta centralizada, una cruz griega dentro de un cuadro, coronada por una gran cúpula, elemento clave del edificio y gran reto técnico de la época, junto a ella se alzarían cuatro cúpulas menores.

A la muerte de Bramante, el pintor Rafael Sanzio fue el encargado de continuar el proyecto, su idea de alargar la nave principal fue mantenida por Antonio da Sangallo, su sucesor. La planta longitudinal fue desechada por Miguel Ángel cuando se puso al frente de la obra en 1546 por orden de Paolo III, volviendo a la planta de cruz griega. Miguel Ángel simplificó el proyecto de Bramante eliminando los elementos que entendía como superfluos (torres, cúpulas menores y otras estructuras), corrigiendo algunos problemas de la estructura y potenciando la cúpula.

Fue finalmente el arquitecto manierista Carlo Maderno quien diseño la planta final de la basílica por orden de Paulo V. Alargó la nave central con tres tramos y diseño la fachada.

La cúpula

La cúpula de San Pedro del Vaticano tiene un diámetro aproximado de 42 metros, semejante a la del Panteón de Agripa y a la de Santa Maria dei Fiori en Florencia. Sumando el tambor y la linterna, supera los 130 metros de altura. Está situada sobre el altar mayor, lugar dónde de la tradición emplaza la tumba de San Pedro.

La cúpula se alza majestuosa sobre el transepto de la Catedral, la transición entre el espacio cuadrado que generan las dos naves y el circular del tambor se resuelve mediante pechinas. Los nervios de la bóveda se apoyan en una seria de 16 contrafuertes en el tambor, que a su vez, descansan en una especie de zócalo. Los contrafuertes están camuflados por columnas pareadas de capiteles corintios, entre cada uno de ellos se abren ventanas coronadas por frontones que alternan formas triangulares y curvas. El tambor realza la altura de la bóveda y permite, a través de las ventanas, la iluminación de la zona del altar.

La cúpula se alza majestuosa sobre el transepto de la Catedral, la transición entre el espacio cuadrado que generan las dos naves y el circular del tambor se resuelve mediante pechinas.

Miguel Ángel murió en 1564, pudo terminar el tambor, pero la construcción de la cúpula correspondió a Giacomo della Porta y a Domenico Fontana. Sobre el proyecto de Miguel Ángel introdujeron modificación, reduciendo la curvatura de la bóveda para aligerar peso y ganar altura. La bóveda termina en un templete o linterna, con parejas de columnas al final de cada nervio. Corona la estructura, terminada en 1603, una esfera de bronce y una cruz.

La decoración interior no se concluyó hasta 1612 y está compuesta por mosaicos obra de Guiseppe Cesari (el Caballero de Arpino). Podemos contemplar santos y ángeles. Los nervios están decorados con color azul y representación de estrellas. Rodea el óculo de la linterna la inscripción: S. PETRI GLORIAE SIXTVS PP. V. M. D. XC. PONTIF. V (Para la gloria de San Pedro, Sixto V, papa, en el año 1590 y el quinto de su pontificado).

Simbolismo

La Cúpula de San Pedro marca el lugar más sagrado de Roma, la tumba de San Pedro, cuya presencia además justifica la preeminencia del Papa (obispo de Roma) y de la ciudad sobre el conjunto de la cristiandad. Todas las remodelaciones que de la ciudad y la basílica se hicieron a lo largo del Renacimiento y durante el Barroco pretendían reforzar esa idea, siendo la basílica, y en especial su cúpula, su plasmación arquitectónica de ese poder.

La decoración interior es obra de Guiseppe Cesari .

Antecedentes e influencia

Los antecedentes a esta obra hay que buscarlos en las grandes cúpulas de la antigüedad, como la de el Panteón de Agripa, en la misma Roma o Santa Sofía en Constantinopla, pero el referente más cercano fue la obra de Brunelleschi, la cúpula que corona el Duomo de Florencia, que Miguel Ángel estudió con detenimiento como modelo de su propia estructura. En palabras del propio Miguel Ángel: “voy a Roma a hacer su hermana más grande, sí, aunque no más bella”.

La bóveda de la Basílica del Vaticano, con su estructura de pechinas, tambor y linterna, se convirtió en el modelo de cúpula en la arquitectura occidental. Podemos verlo en la Catedral de San Pablo en Londres, en le Panteón de París o en edificios civiles, como el Congreso de los EE.UU.

Enlace para el contexto histórico y para la arquitectura del Cinquecento

 

Dejar una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *